La Federación Ateneos de Andalucía ha dado a conocer en Lebrija la lista de galardonados este año con el premio «Ateneísta de honor», distinción que nombra anualmente a personalidades de la vida andaluza o vinculada a la comunidad autónoma que han destacado por su aportación a la cultura en distintas vertientes.

Este año, los distinguidos han sido la cantaora Inés Bacán, el director de cine Benito Zambrano, la poeta Ana Rossetti, el músico y cantautor Antonio Martínez Ares y el biólogo Miguel Delibes de Castro, además de reconocer la ‘Labor Ateneísta’ a título póstumo del pintor Luis Gonzalo González y el abogado Pedro Ruiz-Berdejo Gutiérrez. Se reconoce además a la Fundación José Saramago con el premio «Ateneo de Honor».

Se han dado a conocer también los ateneos reconocidos con los premios «Ateneos y Andalucía», para destacar la labor que realizan durante el año en distintas facetas.

Los galardones han sido dados a conocer durante una intensa jornada de trabajo y ocio en la localidad de Lebrija, donde este acto cultural ha querido rendir homenaje también a todo lo que se está organizando en la localidad en homenaje al V Centenario de la muerte de Elio Antonio de Lebrija, el autor, entre otros hitos durante su vida, de la primera gramática española.

La jornada ha comenzado en el Ayuntamiento de la localidad, donde todos los representantes de los ateneos andaluces han sido recibidos por el alcalde, José Benito Barroso, junto con José Ángel Martínez Fernández, delegado de Cultura, Patrimonio y Turismo del Ayuntamiento.

Barroso ha agradecido a los visitantes que hayan elegido este municipio, para iniciar un recorrido por lugares señeros de la localidad, como el monumento conmemorativo del V Centenario del nacimiento de Elio Antonio de Nebrija, ubicado en la Plaza de España.

Posteriormente, se ha celebrado la reunión de la junta directiva de los Ateneos de Andalucía, con visita al Centro del Flamenco, donde se ha celebrado la reunión de previa a la rueda de prensa en la que se ha dado a conocer la lista de galardonados de este año, con Antonio Guerrero Cortes, presidente del Ateneo Nebrisense, como anfitrión, y Juan Gaitán Cabrera, presidente de la Federación Ateneos de Andalucía como encargado de dar a conocer la lista de premiados.

Los galardonados.

Inés Bacán Peña (Lebrija, 1952), es una cantaora de flamenco que ha actuado en los principales festivales flamencos del mundo, como el de Mont de Marsans en 2003, Festival Flamenco de Jerez en 2010, Festival Flamenco de Nimes en 2012, la XXI Palma de Plata Ciudad de Algeciras en 2013, la Caracolá Lebrijana en muchas de sus ediciones, la última en 2014 o la Bienal de Flamenco de Sevilla.​

Benito Zambrano Tejero (Lebrija, 1965), guionista y director de cine. A lo largo de su carrera sus películas han sido galardonadas varias veces, incluidos varios premios de la Academia de Cine, del Festival de Cine de San Sebastián, del Festival de Cine de Berlín o del Círculo de Escritores Cinematográficos, entre muchos otros.

Ana María Bueno de la Peña, más conocida como Ana Rossetti (San Fernando, 1950), escritora española de teatro, poesía y género narrativo, su obra es una mezcla de erotismo, esteticismo y culturalismo. Aunque es muy conocida por su obra poética, también ha escrito textos teatrales, un libreto para ópera (en torno a la figura de Oscar Wilde, estrenada en la Sala Olimpia de Madrid en 1993 y con música de Manuel Balboa), novela, libros para niños y relatos.

Antonio Martínez Ares, (Cádiz, 1967) músico y cantautor nacido en Cádiz, además de ser un reconocido autor de comparsas en el Carnaval de Cádiz. En 2016, retomó su participación en el concurso de agrupaciones en el cual, después de 13 años de ausencia, se llevó el primer premio de comparsas con «Los Cobardes». Ha sido propuesto para la Medalla de Andalucía.

Miguel Delibes de Castro, (Valladolid, 1947) biólogo considerado como la máxima autoridad mundial sobre el lince ibérico y defensor de todo lo relacionado con Doñana. Ha desarrollado una extensa labor como miembro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, trabajando en diversos grupos de investigación en España, Argentina y México y siendo asesor de la Cumbre de Río que trató la biodiversidad en 1992. Es presidente de la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de Mamíferos.

Premios Ateneos de Andalucía.

En la reunión de Lebrija se han acordado además la concesión de los Premios Ateneos de Andalucía, que han recaído en varias instituciones que pertenecen a la Federación.

En el «Premios Ateneo y Andalucía», concedido al Ateneo de Granada por «Granada es Música», con un accésit al Ateneo de Mairena del Aljarafe por «Miradas».

«Ateneo y Cultura» ha sido a parar al Ateneo de Cádiz por la «I Semana de la Ciencia», con accésit al Ateneo de Málaga por el ciclo «Mujeres malagueñas en la historia».

«Ateneo y Sociedad» ha ido a parar al Ateneo de Jerez de la Frontera, por la «Sección de ciencias de la salud. Mujer, salud y pandemia», con accésit para el Ateneo popular de Sevilla por «El huerto urbano. Lugar de encuentro».

Por último, se ha concedido una Mención Especial al Ateneo Popular de Almodóvar del Río, por «Luchadores en pandemia».

Reconocimiento a la labor ateneísta.

Luis Gonzalo González (Jerez de la Frontera, 1947), pintor fallecido en Chiclana de la Frontera el pasado 26 de julio. Fue director de la Escuela de Arte de Cádiz y profesor de la Escuela de Ingeniería de la UCA. Fue académico de la Real Academia Hispano Americana de Ciencias, Artes y Letras y expuso sus obras en los museos de Bellas Artes de Sevilla y Cádiz, las Academias de Bellas Artes de Cádiz y Sevilla, y, entre otras citas, protagonizó una retrospectiva en el castillo de Santa Catalina, entre otros escenarios.

Pedro Ruiz-Berdejo Gutiérrez, (Sevilla, 1927), abogado y activista a favor de las libertades democráticas y el fomento de la cultura e identidad andaluzas, que dedicó gran parte de su vida a defender el legado de Blas Infante, de cuya Fundación fue fundador y vicepresidente hasta sus fallecimiento.

Estos dos galardones se conceden a título póstumo como reconocimiento a su labor ateneísta, a petición de los ateneos de Chiclana de la Frontera, Cádiz, y Popular de Sevilla en el caso del abogado.

Ateneo de Honor.

Fundación José Saramago, institución cultural privada con sede en la Casa dos Bicos, en Lisboa, aunque también cuenta con una delegación en Azinhaga, pueblo natal del escritor. Constituida por el propio Nobel en junio de 2007, tiene como objetivos la defensa y difusión de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la promoción de la cultura en Portugal y en todo el mundo, y la defensa del medio ambiente. Su sede ofrece una exposición permanente dedicada a la vida y obra de José Saramago, titulada ‘A semente e os frutos’, así como otras actividades culturales como presentaciones de libros, representaciones de obras de teatro, conferencias y coloquios. Este año, precisamente, se conmemora el primer centenario del nacimiento de Saramago.

La jornada de trabajo de los ateneos andaluces ha terminado con un almuerzo que ha tenido lugar en Bodegas González Palacios de la localidad lebrijana.

Los premios se entregarán en un acto solemne que tendrá lugar el próximo 5 de noviembre en la Antigua Casa de Postas de El Cuervo de Sevilla, donde estarán presentes todos los galardones o sus familiares en el caso de los reconocimientos a título póstumo. Será en el marco de la XII edición del Encuentro de Ateneos de Andalucía.

Reunido el Jurado del I Premio » Ezequiel Martínez» para jóvenes andaluces sobre Medio Ambiente y Cambio Climático, convocado por la Federación Ateneos de Andalucía, compuesto por Miguel Delibes de Castro, como Presidente, Reyes Tirado, Jorge Molina, Antonio Aguilera y Margarita Martín como Secretaria, tras deliberar sobre los trabajos presentados, acuerda:

Conceder por unanimidad el premio a Tadeo Sáez, por su proyecto de investigación » Biodiversidad y estructura del microbiota de minas andaluzas».

El Jurado acuerda también, por unanimidad, conceder una mención honorífica al proyecto de Lucas S. Barrero, por su trabajo «El Tinto, un río del wastoceno».

«De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro.»

Jorge Luis Borges

Somos las historias que contamos. Individual y colectivamente, como personas o como eso que se ha dado en llamar “La Humanidad”, el éxito de nuestra especie estriba en ese hecho único y, desde la perspectiva que se quiera, milagroso, de contar historias y de transmitir el conocimiento a través de la palabra.


De todas las herramientas creadas por los seres humanos la palabra, el lenguaje, es la primordial. Y cada libro es una caja donde se atesoran esas maravillosas herramientas con las que a cada momento, en todo momento, construimos el mundo, nuestro mundo, desde el descubrimiento del fuego a la invención de internet. Todo está basado, fundamentado, sostenido por la palabra.


Es evidente que el lenguaje nos hizo humanos, pero la lectura nos transformó de forma irreversible (como afirma el filósofo Richard Rorty), nos proporcionó una vida interior llena de personajes, la cualidad de viajar, de estar en otros mundos, de salir de nosotros mismos “entrando” en nosotros mismos a través de ese acto privado, aunque pueda ser colectivo, de la lectura.


Borges, que soñó el paraíso como una biblioteca infinita, sostenía que “de los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación”.


Tenía razón, como casi siempre. Todo nuestro conocimiento y nuestra imaginación están en los libros. En los leídos está el rastro de lo que fuimos y en los que leeremos está quiénes llegaremos a ser.

Cada 23 de abril, por San Cervantes, conmemoramos ese milagro que es el libro. Una vieja tradición no tan antigua en realidad y afianzada sobre la fabulación de que Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso murieron los tres tal día como hoy de 1616 (la fecha de Shakespeare corresponde al calendario juliano, que sería el 3 de mayo del calendario gregoriano, y Cervantes murió en realidad el 22 de abril y el 23 fue el entierro).


Sea como fuere, cada 23 de abril recordamos que la palabra, y su templo, el libro, es una forma de cultura que nos hizo despegar como especie, que logró la conservación del conocimiento, su disponibilidad universal y la capacidad de trascender, de vencer al tiempo.


Larga vida al libro, ahora y siempre.

Juan Gaitán
Presidente de la Federación Ateneos de Andalucía.

Imagen destacada: Victoria Abón, Presidenta del Ateneo de Málaga.

«Resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad del género humano en política, para que la política sea cosa de dos, porque solo hay una cosa que hace un sexo solo: alumbrar”.

Clara Campoamor

Por definición, el ateneísmo es la unión de cultura y libertad, una cultura solidaria y comprometida con el hombre y la mujer en todos los ámbitos de la vida. Y desde esa perspectiva debemos contemplar el día 8 de marzo. Desde el espíritu crítico y el debate social que pongan de manifiesto las desigualdades entere hombres y mujeres. Una desigualdad que no debería caber en una sociedad democrática y abierta. Como cada 8 de marzo desde el año 1975, hombres y mujeres de todo el mundo, al margen de nacionalidades, de diferencias políticas o étnicas, elevamos nuestra voz para reclamar justicia, igualdad entre los sexos y paz.

Con la mirada puesta en el pasado, unas imágenes en blanco y negro ilustran sus orígenes: dos integrantes de un piquete durante la huelga de las camiseras de Nueva York de 1909 muestran orgullosas una banda con la leyenda «picket ladies tailers stikers»; las multitudinarias marchas épicas de las sufragistas luchando por la unidad de todas las mujeres del mundo anuncian que un nuevo movimiento está naciendo con fuerza, que ya no podemos hablar de rebeldías individuales ante las humillaciones sufridas.

Debemos remontarnos a finales del siglo XIX para encontrarnos con la primera convención nacional por los derechos de las mujeres, promovida por la activista norteamericana Elyzabeth Cady Stanton, incansable en su reivindicación de la igualdad real entre hombres y mujeres, y la abolicionista y feminista Lucretia Mott, quien afirmó: «el mundo nunca ha visto una nación verdaderamente grande y virtuosa, porque en la degradación de las mujeres, las mismas fuentes de la vida son envenenadas en su origen».

El 8 de marzo de 1857, miles de trabajadoras textiles decidieron salir a las calles de Nueva York con el lema «Pan y rosas» para protestar por las míseras condiciones laborales y reivindicar un recorte del horario y el fin del trabajo infantil. Vinculado a los movimientos feministas de la Revolución Rusa, comienza a celebrarse este día de la Mujer en diferentes países.

Para la socióloga y filósofa Amelia Valcárcel «el feminismo no es algarada o calle, es el día en que cada mujer gana un espacio de libertad». Es fundamental que entendamos el Día de la Mujer como el día de todas las mujeres anónimas que constituyen la base de la vida cotidiana y la historia, la intrahistoria de los noventayochistas. Es la imagen de Rosario. Entre sus manos un libro con el tejuelo de la biblioteca pública en el lomo. Ha perdido a los seres que abrazó y cuidó, a su marido, a dos de sus hijos. La escuela de adultos le ha abierto un camino insospechado hace escasos años. Ahora vive las vidas de otros. Como una catarsis de su propia soledad, le conmueven las pérdidas de los protagonistas de sus novelas y celebra sus triunfos como propios.

De Luisa, con manos de hielo azulado, octogenaria, que sentada en la lavandería de la residencia donde quiere seguir siendo útil, abandona sus últimos recuerdos entre los dobleces de las toallas y sábanas. Le cuesta estar en pie y pensar, pero no olvida las atenciones que prodigó a los más débiles de aquellas casas donde trabajó infatigable desde la adolescencia.

De Maximiana, que no aprendió a leer, pero sí a escuchar y a transmitir su experiencia, su concepto del deber y la satisfacción del trabajo bien hecho. A ser madre, esposa, abuela entregada a su familia. A esperar paciente a que la vida pasara y a rebelarse callada y valiente contra la injusticia y contra los que le arrebataron a su marido, pero a la que no consiguieron doblegar nunca.

El 8 de marzo es el Día de recuperar la dignidad de todas las mujeres como personas, de reconocer el poder que tienen individualmente y en el colectivo social al que pertenecen.

Analizando el presente donde los grandes problemas estructurales como la brecha salarial, la violencia de género, la libertad sexual son problemas a los que nos enfrentamos en todos los países, debemos pensar en el futuro y en cómo afrontarlos. Hay que mantener el diálogo social y político. Poner el énfasis en la sensibilización, el compromiso con la igualdad y la coeducación en la escuela, con el fin de conseguir romper el techo de cristal, reconocer y acabar con los micromachismos, aumentar el empoderamiento y educar a futuros hombres y mujeres libres. Porque, como decía Clara Campoamor: «La libertad sólo se aprende ejerciéndola».

Imagen destacada: Banco de imágenes Freepik

La Federación «Ateneos de Andalucía» condena la guerra en Ucrania, crimen que constituye un flagrante atentado contra las normas internacionales y los derechos humanos.

Reprobamos esta acción injustificada, que solo traerá muerte y sufrimiento, al tiempo que hacemos un llamamiento a las Organización de Naciones Unidas y a la Comunidad Europea para que activen todos los medios diplomáticos a su alcance hasta lograr el cese de la violencia.

Defendemos la cultura como el único medio para erradicar la intolerancia y la cerrazón; la única vía para asegurar la paz y la libertad de los pueblos.

Manifestamos nuestra solidaridad con el pueblo ucraniano y nuestro apoyo a la población rusa que también ha manifestado su rechazo a la guerra.

#Culturacontralaguerra

Imagen destacada: AFP Photo/Aris Messinis